sábado, 15 de marzo de 2025

Nahuel Cerrutti: Acerca de Ludwig Van Beethoven · Sinfonía N.º 3

La anécdota quiere que la motivación extramusical que impulsó a Beethoven a componer su tercera Sinfonía fuese la admiración que en el músico causaba la figura de Napoleón Bonaparte como encarnación de los ideales de la Revolución Francesa.

A mediados de 1804, después de año y medio de trabajo, la Sinfonía «Bonaparte» queda terminada. Poco tiempo después, Napoleón se transforma en Napoleón I, e inaugura de tal forma su propio imperio.

La segunda parte de la anécdota pinta a Beethoven rasgando con furia la primera página del manuscrito que contiene la dedicatoria.

Más allá de la anécdota, superándola, la obra, que por su valor intrínseco convierte a aquélla en mero acto literaturizable.

La Sinfonía «Heroica», por su libertad formal y monumental desarrollo, su palpitante dinamismo e inédita intensidad expresiva, tiene un lugar de preeminencia entre las grandes obras de todos los tiempos.

Una primera audición con carácter privado se ofreció en la casa del banquero Würth en 1805, precediendo el estreno público efectuado el 7 de abril de ese mismo año en el Teatro An der Wien.

La obra, que no tuvo inmediata aceptación suscitó, por lo contrario, violentas críticas; así, el entonces director del Conservatorio de Praga, la calificó como obra «peligrosa desde el punto de vista moral», juicio sencillamente imbécil no basado en criterios estéticos. Asimismo, otra crítica, la aparecida en el Allgemeine Musikalische Zeitung, motivó una amarga carta de Beethoven a sus editores de Leipzig.

La Sinfonía n.º 3, «Heroica», en mi bemol mayor, Opus 55, está escrita para una orquesta compuesta por 2 flautas, 2 oboes, 2 clarinetes, 2 fagotes, 3 trompas, 2 trompetas, 2 timbales y cuerda –violines primeros y segundos, violas, violonchelos y contrabajos–.

En cuanto a instrumentación se refiere, la única diferencia respecto de las dos sinfonías anteriores, es el agregado en los metales de una tercera trompa.

Son sus movimientos, I. Allegro con brio; II. Marcia funebre: Adagio assai; III. Scherzo: Allegro vivace – trio; IV. Finale: Allegro molto – poco Andante.

Nota: Este texto, escrito en Húmera, Pozuelo de Alarcón, 1982; fue publicado en la contraportada del disco elepé y en la carpetilla del casete, en la Colección Doblón Serie Clásica, Dial Discos, Madrid, 1982. La interpretación estaba a cargo de la Orquesta de la RAI de Roma, bajo la dirección de Wilhelm Furtwängler. El mismo texto quedó posteriormente integrado en, Nahuel Cerrutti: Música en contracubierta. Sevilla, 2011; Buenos Aires, 2014.