sábado, 10 de junio de 2023

Nahuel Cerrutti: Acerca de Claude Hopkins · And They Called It Jazz

La carrera musical del pianista, compositor y arreglador Claude Hopkins, comenzó a principios de la década del ’20 en la ciudad de Washington, de donde era oriundo.

Sonny Greer, el baterista de Duke Ellington, relata en una entrevista concedida al crítico Stanley Dance en 1965, algunos momentos de la vida de Hopkins durante aquella primera época:

«Cuando terminaba con el espectáculo del Teatro Howard, alrededor de las once de la noche, me iba directamente al Café Dreamland, que se hallaba a la vuelta, y tocaba allí desde medianoche hasta alrededor de las seis de la mañana. Claude Hopkins tocaba el piano y Eddie White, el hermano de Harry White, el violín. Había alrededor de diez camareras, y todas sabían cantar o lo que uno quisiera. Cuando digo blues quiero decir verdaderamente el material auténtico, y lo cantaban tan bien que es una lástima que nunca hayan grabado».

Hopkins, graduado por la Universidad de Howard, en Washington, repartía su tiempo entre la universidad, las carreras de coches por la ciudad compitiendo con el Chandler de Ellington y el Pullman de Otto Hardwick —saxo contralto de la banda de Duke—, y los concursos de piano que se realizaban en los clubes de la ciudad.

Según Sonny Greer, «en aquella época organizaban concursos de piano para servir de atractivo y hacer que la gente fuera a los bailes. Cliff Jackson andaba por allí y también Claude Hopkins. El padre de Claude era profesor y su madre bibliotecaria en la Universidad de Howard, y nació y se crió en las instalaciones de la misma. Se hallaba más avanzado que Jackson en materia de terminación y experiencia. Gracias a mí, Duke tenía una claque de siete u ocho equipados para hacer ruido, y Duke se hallaba listo para tocar su Carolina Shout; yo tocaba la percusión y Toby Hardwick el bajo, que tocaba antes de pasarse al saxofón, de modo que no podíamos perder. Ganábamos todo tipo de cosas, maletas y no sé que más. Nos las quedábamos y volvíamos al día siguiente, las vendíamos y volvíamos a ir a un baile».

Hopkins formó su primera orquesta en 1924; en 1925 viajó a Europa con Sydney Bechet para acompañar a Josephine Baker. De regreso en Estados Unidos, comienza su período de máxima popularidad a partir de 1931 con un contrato en el Roseland Ballroom que duraría tres años. Otro contrato, esta vez en uno de los clubes más renombrados de la época, el Cotton Club, duraría otros dos años.

Como es lógico, una vez terminada la época del swing, con la consiguiente desbandada de las grandes orquestas, la popularidad de Hopkins se fue reduciendo paulatinamente. Sin embargo, en los años setenta no eran raras las apariciones de Hopkins como solista, sobre todo en Nueva York.

En 1973, participó con un grupo que incluía a Harry «Sweets» Edison en trompeta, «Budd» Johnson en saxo tenor, Benny Morton en trombón, Milt Hinton en bajo y Jo Jones en batería, en el Concord Jazz Festival.

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 Bibliografía. Stanley Dance: El mundo de Duke Ellington. Víctor Leru, Buenos Aires, 1973.

 Nota. Este texto, escrito en Húmera, Pozuelo de Alarcón, 1982. fue publicado en la contracubierta del disco elepé y en la carpetilla del casete, en la Colección Doblón Jazz, Dial Discos, Madrid, 1982.

Los intérpretes de la banda dirigida por Claude Hopkins eran: Edmond Hall, clarinete, saxos alto y barítono; Gene Johnson, saxo alto; Bobby Sands, saxo tenor; Albert Snead y Silvester Lewis, trompetas; Fernando Arbello y Fred Norman, trombones; Claude Hopkins piano y dirección; Walter Jones, guitarra; Henry Turner, contrabajo; Pete Jacobs, batería; Orlando Robeson, canto.

 El mismo texto quedó posteriormente integrado en el libro:

Nahuel Cerrutti: Jazz en contracubierta.